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sábado, 29 de noviembre de 2008

Miedo y Dolor


Dando mi acostumbrado paseo con visita de cortesía incluida por algunos de los blogs de la gente que más me gusta me topé con una definición de Chusa sobre la felicidad: es la ausencia de enfermedad en las personas que amamos.

Y yo, que he conocido reiteradamente y de primerísima mano lo que es el dolor por el sufrimiento y la pérdida de un ser amado, he recordado las palabras de C.S. Lewis que escribió como principio de su obra "Una pena observada":
Nunca me habían dicho que la pena podía parecerse tanto al miedo...

Lewis escribió cuatro cuadernos como una forma de desahogar su pena por la muerte de la que fue su esposa durante cuatro años y que sucumbió a un cáncer terminal.
Algunos estudiosos del autor han querido encontrar en esta obra propaganda cristiana.
Y yo no sé si están bien encaminados, pero la verdad es que no me importa. Porque tantas y tantas veces he cogido las palabras de Jack (como gustaba que le llamaran sus amigos) y las he hecho mías, apaciguando el temor y la pena interminables que siguen a la pérdida de alguna vida cercana.

Siempre he tratado de no sentir autoconmiseración. Y creo que puedo decir con orgullo que he sido fuerte. Mi rol de sostén familiar no me ha concedido muchas oportunidades de derumbarme, y las escasas ocasiones en que he perdido el norte he recuperado rápidamente la lucidez.

Ahora una ligera inquietud está rondándome. No se trata del temor sano por pequeñas cuestiones de salud, física o espiritual, sino la percepción de un nuevo dolor del que no sé si seré capaz de recuperarme íntegra.
Quizá esté abusando de las creencias premonitorias (aunque no sería la primera vez que las veo venir), o a lo mejor sólo es una forma de prepararme para lo que a la larga es inevitable, pero tengo un dolor en el corazón.

Por lo pronto, he propuesto grandes planes para estas navidades. quiero disfrutar y hacer que disfruten. Y si fuera la última reunión de todos sin excepción que la recordemos no sólo con dolor, sino también con la felicidad que da saber que el amor que se da también es correspondido.

jueves, 27 de noviembre de 2008

No te Detengas


No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...


¿A que es mucho mejor que cantar "Akuna Matata"?

Este es uno de mis poemas favoritos de W. Withman, con el que comparto no sólo esperanza, optimismo y vocación sino también efemérides. La cual, por cierto, he podido descifrar gracias a una de esas páginas encontradas por la red capaces de diseccionarnos basándose en nuestros núnmeros personales.
Así que ahí va el toque de frivolidad de hoy;
Por si alguien tiene curiosidad:
Birthday calculator

lunes, 24 de noviembre de 2008

Maniac Monday


¡Joder!
Hay días en los que una no debería levantarse de la cama.
¡Buah! De nada sirve correr, ni los planes, ni los buenos propósitos. Desde el desayuno, sabía que hoy iba a ser uno de "esos Lunes".
¿Por qué siempre Lunes? ¿A cuenta de qué?

Normalmente no me quejo. Además, suelo ser bastante estoica con lo que me toca en suerte (en eso me parezco a mi abuelo, cordobés de pro y como tal buen senequista) pero me subleva que los malévolos diosecillos decidan divertirse a mi costa.
Las tabas no me han sido hoy propicias. Y no hay sacrificio carnal o moral que aplaque el ansia de hacer travesuras de mis desalmadas divinidades. El astrágalo siempre tiene la última palabra.

¡Hummmm! A lo mejor si les propongo un trato...

Va a ser que los dioses sí que juegan a los dados.
¡Que levante la mano quien se crea a salvo!




¿Quieres oirla?

viernes, 21 de noviembre de 2008

Mercy


Una vez me contaron un cuento...


-Si me quieres, atravesarás rios, montañas y desiertos y me traerás el don más precioso y extraño del mundo.

Tardó cien días y cien noches; pasó hambre, frio, sed y soledad. Pero encontró la más bella mariposa de alas como joyas refulgentes para satisfacer a su amada.



-Si me quieres, subirás a los cielos y bajarás a los infiernos y pronunciarás mi nombre.

Y en ambos lugares trataron de hacerlo olvidar el nombre de su amada. Pero él consiguió salir invicto.



-Si me quieres, vivirás mil vidas y morirás mil muertes, y en todas y cada una de ellas tu corazón me pertenecerá.

Y se consumía y renacía cada vez porque su corazón no era suyo.


Pero llegó el gran día:
-Si me quieres, ámame.

Y él, dando media vuelta se alejó.
-¡Espera! -dijo ella- ¿Porqué?
-Te amé con el alma, con el cuerpo, con el corazón. Soporté penas, tormentos y frustraciones por tí. Y en tu soberbia y vanidad dejaste de mostrar compasión y evitarme un solo día de sufrimiento.
Tú no eres la mujer que merezco.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Campo de Espinos


Tenía dieciséis años, se llamaba Juani y era lo más bonito que Eduardo había visto en su vida.
Nunca se había fijado mucho en las chicas del instituto, pero una mañana la vio caminado delante de él, cruzando por delante de su coche, preciosa, seductora, con ese movimiento cuasi felino que hacía que desde entonces se le secara la boca al pensar en ella.
Pasaban juntos una hora al día en la clase de Filosofía, pero Juani comenzó a notar su interés y la forma en que su mirada la seguía constantemente.
La irritación dio paso a la curiosidad y una tarde, al salir del recinto, lo abordó.
Tímidamente al principio, un poco más segura después, Juani tanteaba el terreno tratando de descifrar la expresión de Eduardo.
Al principio había esperado con cortés atención; cuando empezó a darse cuenta de las intenciones de ella su boca comenzó un rictus de disgusto.Pero al suplicarle ella que la acompañara hasta casa no pudo negarse: estaba oscuro y el barrio no era de los mejores de la ciudad.

El corazón de Eduardo saltaba en su pecho; sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero aún peores era las cosas que pasaban por su cabeza. Y podía buscarse un problema: ella era menor de edad y él un profesor de Filosofía de cuarenta y dos años y tremendamente infeliz en su matrimonio. Pero el tener una esposa a la que odiaba, Berta, adicta al bingo y a la Paroxetina no le daba justificación para seducir a una alumna.

Juani estaba en una nube: se sentía hermosa, se sentía audaz, se sentía ADULTA en resumen. Aún no se podía creer que estuviera en el coche del profe de Filosofía del que más o menos todas sus amigas andaban enamoriscadas. Eduardo poseía esa serena placidez del hombre culto, ese atractivo del maduro que aparenta estar de vuelta de todo y del que él era absolutamente ignorante, lo que lo hacía aún más deseable.

Su romance se convirtió en una tortura para Eduardo; anhelaba complacerla y su felicidad sólo era completa cuando ella era feliz. Pero Juani comenzó a desear más y más...
Al principio fueron pequeños caprichos materiales, pero eso ya no bastaba. Quería una relación completa, madura y abierta, algo que él no podía ofrecerle.Y comenzó a exigir.
Lo esperaba a la salida de todas sus clases, se sentaba en el capó de su coche con aire posesivo y desafiante para quien se atreviera a mirarla juzgándola, marcaba el número de su móvil aún en las ocasiones en las que sabía que era inoportuna y empezó a introducir en la cabeza de Eduardo el germen de una idea peligrosa: ella quería que se fugaran juntos.
A pesar de la resistencia de él, ella notaba cómo iba socavando su voluntad, cómo insistiendo estaría a punto de culminar su aspiración. Y por fin podría abandonar aquel barrio de mierda.

Una noche recibió un SMS de su móvil:
-Prepara un macuto. Te recojo en una hora en la puerta del instituto.


Nunca volvieron a verla por el barrio. Dejó de ir a clase y Eduardo, convertido en el hazmerreir de unos y objeto de piedad de otros, se transformó en la ruina del hombre que una vez había sido. Mientras en su casa Berta- mil euros y una amenaza imposible de ignorar- fumaba y reía en su venganza.

El azar no se portó muy bien con Juani. Vagó por las principales capitales tratando de obtener éxito en alguna frustrada ilusión de cantante de éxito. Robó, vivió en la calle y tonteó con el peligro de la seducción del largo consuelo artificial de la química.
Ahora malvive poniendo copas en un pub de noche y de telefonista de telemercadotecnia durante diez horas al día.
Han pasado trece meses pero no hay un sólo día en que, más o menos a la hora de la siesta, llame a casa de la zorra que la obligó a huir. Ruin represalia para un acto que la apartó de lo que ella creía que más amaba.


(Con el permiso de doña Charlotte y todo el respeto del mundo)

miércoles, 12 de noviembre de 2008

I Feel Pretty


Siempre he sido muy atentamente lo que vosotros, mis amigos, me decís en las entradas de vuestros blogs. Todas y cada una de ellas me maravillan o me conmueven, porque todas os acercan a mí de una manera u otra.
Y aunque a veces tarde en responderos o incluso no tenga ocasión de hacerlo, no dejo de asomarme discretamente a vuestros rinconcitos al que tan generosamente me habéis invitado.
Cuando me devuelve la cortesía de la visita, me hacéis tan feliz que en mi tonta vanidad me gusta pensar que también a vosotros os agrada lo que quiero contar.

A los viejos amigos, a los que acaban de incorporarse, a los que siento perdidos- aunque espero que no sea para siempre- y sobre todo a ti, que estás necesitando un instante de risas, un homenaje; algo que te haga sentir bien.
¡Y que se mueran los feos!

I feel pretty, Oh so pretty,
I feel pretty and witty and bright,
And I pity Any girl who isn't me tonight.
I feel charming,
Oh so charming,
It's alarming how charming I feel,
And so pretty
That I hardly can believe I'm real.
See the pretty girl in the mirror there:
Who can that attractive girl be?
Such a pretty face, Such a pretty dress,
Such a pretty smile, Such a pretty me!
I feel stunning
And entrancing, Feel like running and dancing for joy,
For I'm loved
By a pretty wonderful boy!


¿Quieres oirla?

domingo, 9 de noviembre de 2008

Un Ramito de Violetas

Cada nueve de Noviembre...



Feliz cumpleaños, allá donde estás.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Winter is Coming


Cuentan las leyendas que Hades, dios del inframundo, se enamoró y secuestró a Perséfone, hija de Zeus y Démeter, para hacerla su esposa. Zeus le ordena a Hades que la devuelva y se la entregue a Deméter,su madre, diosa de la tierra y la fecundidad. Sin embargo, Hades engaña a Perséfone y le hace comer un grano de granada del Tártaro, con lo que queda encadenada al submundo para siempre.
Pero Zeus, que según algunas malas lenguas fue cómplice de su hermano en el rapto, se apiada de Démeter que ha abandonado la tierra buscando a su hija provocando la muerte de todo lo que es fértil y lozano, y ordena que Perséfone pase la mitad del año con su madre. La alegría de la madre-tierra es tan grande que todo vuelve a florecer.

El invierno, tradicionalmente se asocia con el aumento de los desequilibrios emocionales. La falta de luz solar inhibe la formación de neurotransmisores lo que lleva a un estado de tristeza y melancolía.
O eso dicen...

Para mí el invierno comienza cuando aspiro el olor de los puestos de castañas asadas.
Ese olor que me hace evocar las tardes de mi infancia, los deberes en la mesa camilla, el colacao calentito y la alegría de las descaradas botas de agua de chillones colores.
Adoro el color del crepúsculo cuando se encienden todas las luces, el reflejo de los escaparates en la humedad del suelo, el frío estimulante, el brillo hipnótico de las chimeneas,la sensación de expectativa frente a algo que se renueva.
Algo en mi interior me hace sentir bien, la serena placidez de saber que por fin he encajado.
Y arrebujada en el edredón escribo mis secretos en el vaho de la ventana.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Por qué lo llaman Amor cuando quieren decir...Eso



Escuchaba esta mañana en la radio las declaraciones de una asamblea de hombres contra la violencia de género justo cuando el marido de una paciente se acercaba a pedir algo. Y señalando con la cabeza al emisor se jactaba de no haber tenido nunca necesidad de poner una mano encima a su legítima.
Es cierto que parece una buena persona y que se preocupa de la salud de su esposa. Pero no entiendo que pueda imponer su criterio, gustos o necesidades apoyado por una ley, costumbre o religión.

Incluso dentro del supuesto amparo de una institución que vela por la seguridad de las personas, hay muchísimas ocasiones en las que las enfermeras nos vemos impotentes para evitar situaciones que perjudican a las mujeres.
No hace falta levantar una mano para herir: algunas veces basta con obligarlas a ejercer lo que su derecho de hombres les reclama.
Y que da lo mismo que la paciente tenga fiebre, vomite o sea portadora de una sonda vesical. El derecho marital no espera.

Aún me encuentro en situaciones en las que tratan de prohibirme lavar a una mujer, para evitar que pierda el "olor a hembra". Aún tengo que pelear con alguna paciente tratando de hacerle ver que el encaje rojo no es lo más adecuado para ir a hacerse una prueba diagnóstica, pero es que "es lo que a mi marido le gusta". Aún lucho en vano por intentar que una enferma tenga una ingesta adecuada cuando a su señor esposo no le parece bien y la surte de presuntos nutrientes para la fertilidad. Pero sobre todo aún me hierve la sangre cuando veo a una paciente durmiendo sobre una manta en el suelo porque el amo tiene que descansar en la cama hospitalaria.

Lo más triste de todo no es que se resignen, sino que muchas lo hacen de buen grado.
Cuando todos los servicios de salud del mundo ofrecen una carta de derechos de los enfermos que les garantice su dignida como persona ¿quién protege a estas víctimas?

Compañeros de viaje