
Anoche apenas pude pegar ojo.
Los recuerdos de aquella madrugada se complacen en atormentarme cada año.
Pero ya llegó la mañana.
Hoy está siendo un día raro. Y quizá sea verdad que nuestro cuerpo responde a las carencias de nuestra alma. Pero pareciera que todo conspirara para derrotarme. Incluidos los accidentes domésticos a los que soy tan propensa, jaja.
Pero el día se va pasando.
Y en el horizonte de mi expectativa, Mañana ya comienza a perfilarse.
Y puedes apostar tu último céntimo, que pase lo que pase, Mañana llegará.
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