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sábado, 30 de agosto de 2008

Baila para Mí


Tenía los ojos violetas igual que su abuela, de la que había heredado no sólo el color sino también el nombre.
En las largas tardes invernales pedía a su babushka que le relatara una y otra vez su cuento favorito, el de los ojos hechizados capaces de atravesar el velo que separa este mundo gris de los Mundos Mágicos.
-Sólo las personas con ojos especiales pueden viajar a través de sus Deseos e Ilusiones.
-Y nosotras los tenemos ¿verdad abuelita?
-Sí, cariño. Cuando estés preparada podrás dar el salto.

Pero la vida no ha tratado bien a Violeta.
Malvive en un apartamento solitario del extrarradio sin más compañía que la presencia de un ratón que está empezando a hacerse habitual. Trabaja catorce horas encerrada en un cubículo gris clasificando montañas de reclamaciones que nunca parecen menguar. Camina veinte minutos entre callejones de basura para poder alcanzar el autobús que le transporta diariamente a su miserable empleo. Y jamás ha conocido la dicha de ser amada.

Pero una luz brilla en medio de su miseria. Cada día, a la misma hora, un desconocido sube al autobús que lleva a Violeta a su triste morada.
Nunca se ha percatado de su existencia, nunca ha merecido siquiera una fugaz mirada de él, pero los sueños de Violeta han comenzado a tomar una nueva dirección.
Siente cómo la magia está empezando a operar. Y sus ojos hechizados, inútiles hasta el momento, la transportan hasta un mundo donde su amado desconocido le tiende los brazos, la estrecha ente ellos, besa su cabello y susurra a su oido: -Baila para mí.

Y Violeta, en su felicidad, está dispuesta a pasar la eternidad trenzando pasos de danza en el cobijo que los brazos de su amante le ofrecen.


La encontraron diez días después de su desaparición. Sus preciosos ojos miraban más allá del alcance mortal. Sus pies, sangrantes, habían dibujado un terrible minué sobre el linóleo del salón. Pero ella sonreía y murmuraba frases de amor a alguien a quien sólo ella veía, en un mundo que sólo ella fue capaz de atravesar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste historia (al menos para mi). Aunque me ha gustado mucho. Esto de los relatos se os da de maravilla. Espero que no tardes mucho en compartir otra historia.

Cris dijo...

A mi también me ha gustado mucho. Estamos esperando más historias!!!

Lal dijo...

Este es de los de bola en la garganta y lacrimal contenido...
Bravo, Eli!

Lenka dijo...

Es hermoso, triste, crudo y mágico a la vez. Bravo, Eli. Sigue regalándonos tanto talento.


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